El cubano varón (in spagnolo)

Divertentissimo testo che "rubo" al desaparecido Mario per la gioia di chi non ha ancora avuto occasione di leggerlo

Los cubanos, aun parezcan seres normales, no lo son. Son mas parecidos a los extraterrestres y, como Fidel planifica sus vidas y sus comidas desde el nacimiento, nacen todos parecidos.

Al igual de otros seres humanos, cuando nacen no tienen cabellos, pero ¡bigote sí tienen!

El bigote es fundamental para la existencia del cubano. Debido a la escasez de la comida, los cubanos guardan entre los bigotes todo lo que es comestible, sobre todo si son invitados. En este último caso son capaces de esconder en los bigotes, para comérselo después, una cantidad impresionante de arroz, frijoles y pollo y, por que no, unos tragos de ron que prefieren beber de un vaso, de manera que los bigotes absorban con mas facilidad el liquido.

Hablando con un cubano en la calle el nunca te mirará la cara y te escuchará con un solo oído; en los 5 segundos en que tu le hablas, se habrá comunicado, parpadeando los ojos, con un socio al final de la cuadra, medido la cubalse que Maria Helena trae del agro descubriendo, por como la agarra, que hay carne de vaca escondida en la yuca, con las narices ya se habrá dato cuenta que Marisabel, la del tercer piso, está cocinando con manteca y que en la azotea están secando arroz, con el oído libre que Yamileth, la jinetera, tiene un par de plataformas nuevas y que José, por como suena, ha arreglado el maletero del Moskovich y, al fin, que llegó de oriente Carlito, el tío de Hugo, por unas hojitas de marabú en la acera.

Cuando terminas de hablar, el, sin mirarte y sin tener en cuenta el argumento dirá:

-¡No es fácil!-

Sorprendido preguntaras - ¿Cómo?-

-Pero tampoco es difícil- terminará el.

Mejor quedarse callados.

Los cubanos se dividen en tres grandes especies: el cubanus habanus, endémico de la capital, el cubanus brutus, que vive en las aldeas pinareñas y el cubanus vulgaris palestinus, originario de la parte “demás”, mejor conocida como “área verde”.

De esta ultima especie, la subespecies mas importantes son la del cubanus policias silvantis y la del cubanus proxeneta proxeneta, incompatibles entre sí.


Una de la especie mas singular es la del cubanus equivocatus, subespecie del cubanus mariconis. El equivocatus es de hábitos estrictamente nocturnos y vive únicamente al borde de las aceras de la Quinta Avenida; su particularidad es que, si lo ves de frente, parece una mujer, si lo ves de espaldas, parece un hombre.

El cubanus mariconis es nómada, se traslada continuamente desde el Cine Yara hasta al Malecón buscando presas, preferiblemente extranjeras.

No se puede evitar de mencionar el cubanus camellarius, endémico de Alamar, una localidad cercana a La Habana. Su particularidad es la de vivir la casi totalidad de su existencia en un medio de transporte: el “camello”.

El camello, debido a su peso a al mal estado de la carretera, se mueve con mucha lentitud desde Alamar hasta el Parque de la Fraternidad, en el centro de La Habana.

Data su velocidad tan reducida, cuando llega ya es hora de regresar, al igual que cuando regresa a Alamar, ya es tiempo de volver a la ciudad. Por esto motivo los cubanus camellarius nunca logran bajar del medio, de tal manera que, si están en celo, las parejas se unen y procrean en el mismo camello, vanguardia nacional.

Otra especie nocturna es la del cubanus cantinerus milagrosus, capaz de transformar “milagrosamente” una botella de “chispa e tren” o “saltapatras” en un Anejo 7 años.

Una especie muy interesante es la del cubanus santerus, que provee a sus necesidades con un truco muy ingenioso. Prepara, en su cuarto con vista a la calle, un altar, exhibiendo estatuas de todos los santos. Este altar está dispuesto de manera que toda la gente que camine por la calle lo vea, así que los devotos, por obligación religiosa, traigan ofrendas: comidas, ron, tabacos y dinero. Si nadie se percata o si se hacen tontos, el cubanus santerus empieza a golpear con fuerza un tambor, en este caso las ofrendas son para el, pá que termine la bulla.

El cubanus transeuntis se localiza en Calle Obispo, que recorre incansablemente hasta encontrar su presa preferida: el extranjero. Cuando logra pegarse a uno, ofrece sus servicios: le encuentra una casa particular, lo acompañará a unas paladares, le venderá cajas de tabacos hechas con hojas de plátano. Por todos estos servicios el cubanus transeuntis recibirá a escondida comisiones. Al final del día, después de haberse ganado mas de 100 dolares, recibirá del yuma, contento por la ayuda, una propina de 10 dólares.

Guardando el billete en el bolsillo, pedirá al yuma: -Brother, préstame un dólar-.

El extranjero se lo dará pensando recuperarlo el día después, ignorando que, en el Español de Cuba, prestar es sinónimo de regalar.

Del cubanus brutus, típico de Pinar del Río, no tenemos muchas informaciones, solamente cuentos.

Hay subespecies que, en temporada de mango, suben a la mata y cuando encuentran un fruto maduro, bajan para tumbarlo con un palo; hay casos en que cubanus brutus hospitalarius han puesto yeso a brazos rotos por encima del reloj; el brutus albañiles es famoso por haber edificado paredes alrededor de la rastra que llevaba los bloques y el cemento y tumbar una pared para sacar el vehículo, también construyó una discoteca arriba de una funeraria.

La subespecie mas importante del cubanus palestinus es el cubanus policias silavantis; su pasatiempo preferido es pedir el carné de identidad, “cainé de idad” según la pronuncia de ellos, a todos los que encuentran y, si no hay nadie en la calle, se lo piden uno con otro para matar el tiempo.

Para terminar recordamos al cubanus romanticus , la única especie que se encuentra también en el extranjero, precisamente en Florida.

A la misma hora de la noche, en la plena oscuridad, el cubanus romanticus islensis mira al mar desde el malecón in dirección de la Florida y el cubanus romanticus floridiensis mira al mar, desde Miami, hacia Cuba.

Sus miradas se encuentran y se funden en un único deseo en el medio del océano, perdiéndose en la oscuridad.



Scritto da Mario, ad occhi chiusi, ribobinando el cassete de sus recuerdos.

[Modificato da cocoloco 17/09/2006 13.17]